Ella se siente atraida, él solo quiere adentrarse en su sostén.
Hay nervios. Ella le mira constantemente, se atreve y le lanza un beso.
Él pierde la concentación. Hasta que ella se adentra en su entrepierna.
Hay un muro al frente, no hay forma de parar. Vísceras, humo, pendras impregnadas en fluidos y sangre.
Lo dicho, no hay forma de parar.
lunes, 24 de mayo de 2010
sábado, 15 de mayo de 2010
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